Imagínese un futuro en el que todo conductor está conectado permanentemente a los sistemas de control de la DGT. Ese futuro ya está aquí.
Imagínese un futuro en el que la administración conoce quienes son todos los actores que intervienen en la carretera, así como su situación y su comportamiento, un futuro en el que los fabricantes de vehículos, los proveedores de servicios de navegación, las aplicaciones de movilidad, ayuntamientos, las plataformas de transportes público, los sistemas de gestión de flotas… y, por supuesto, los propios conductores proporcionan información en tiempo real, que puede resultar tremendamente útil para una mayor seguridad vial y para que, así esperamos, hacer disminuir la siniestralidad en las carreteras.
Y parece que el proyecto, que lleva varios años gestándose en los despachos y en los presupuestos, ya ve la luz, hasta el punto de que ya podemos conocer de qué manera va a influir en nuestra movilidad y a qué nos va a obligar ese gran Circo de la movilidad que ya está dando sus primeros pasos y cuya herramienta fundamental será una APP a la que deberán estar conectados todos los vehículos que circulan por las carreteras españolas, algo parecido a nuestro ya famoso Waze, pero conectado a la Dirección General de Tráfico.
Conozcamos un poco más ese futuro de qué modo influirá en nuestro día a día:
- La DGT sabrá en todo momento nuestra situación y también a dónde nos dirigimos, aunque aseguran que esos datos serán totalmente confidenciales.
- Todos los vehículos compartirán entre sí en prácticamente tiempo real todas las posibles incidencias.
- Podremos utilizar el sistema de llamada inteligente de emergencias Ecall, que ya es obligatorio en todos los vehículos nuevos en Europa.
- Tendremos que sustituir los tradicionales triángulos de señalización por las luces de emergencia V-16, similares a las que utiliza la policía, y que será suficiente colocar en el techo del vehículo desde nuestro asiento, sin necesidad de salir del coche ni correr riesgo en un arcén. Con las V-16 podremos comunicar si hemos sufrido una avería o un accidente de una forma más segura y rápida y serán obligatorias a partir de 2026.
- La DGT podrá localizar nuestro vehículo en caso de accidente mediante GPS e incluso podrá detectar si se han activado los airbags o los pretensores del cinturón de seguridad.
- Se han implantado ya los llamados conos conectados, que sustituirán a los conos señalizadores y que, geolocalizados, desprenden destellos luminosos, lo que permitirá a las empresas su instalación y encendido al comenzar unas obras, de modo que automáticamente se activa una incidencia de circulación en el Centro de Gestión de Tráfico de la DGT, lo que beneficia muy mucho la seguridad de conductores y operarios.
Iremos conociendo más avances y novedades y, sobre todo esperamos que la llamada DGT 3.0 suponga un punto de inflexión en una siniestralidad que no deja de arrojar datos preocupantes.