El trastorno de estrés postraumático (TEPT) es un trastorno de ansiedad. Su característica principal es la aparición de síntomas propios que sigue a la aparición de un acontecimiento estresante y extremadamente traumático en el que el individuo se ve envuelto en hechos que representan un peligro real para su vida o cualquier otra amenaza para su integridad física.
Los síntomas no, necesariamente, aparecen en personas que han vivido en primera persona el acontecimiento traumático sino que puede manifestarse en familiares u observadores cercanos al hecho.
El TEPT se manifiesta aproximadamente en un 20% de las personas que sufren un acontecimiento traumático (Casado, M 2003). También se ha observado que las víctimas de estos sucesos superan la situación sin aparente dificultad, sin apreciar secuelas psicológicas relevantes.
Características del TEPT
Las principales características que definen este trastorno son:
- Exposición a un acontecimiento traumático: Haber presenciado la muerte o amenaza para la vida y/o haber reaccionado con temor u horror intensos.
- Reexperimentación del suceso traumático: Se produce a través de recuerdos, pesadillas, flashback o reacciones fisiológicas ante estímulos similares.
- Embotamiento emocional: Puede ser que el individuo sea incapaz de recordar el suceso y puede ir asociado a una pérdida significativa de su vida afectiva. A veces manifiestan la sensación de un futuro desolador.
- Sobractivación: Sucede cuando el sujeto manifiesta insomnio, irritabilidad, hipervigilancia o dificultades de concentración.
Estos síntomas deben prologarse más de un mes para poder considerarlo como TEPT.
En caso de padecer este tipo de síntomas, la mejor opción es acudir a un especialista que lo pueda valorar de maneja objetiva.